Soy hombre y mi mirada de este asunto es desde luego externa, pero como simple espectador esto me tiene chato del cine comercial y del otro también: el 90% de los casos en que se presenta un personaje femenino que es una mujer “de carácter fuerte” en el fondo quieren decir neurótica, chillona, egocéntrica, fuera de control, manipuladora y generalmente “perra”. Y si tiene hijos, por supuesto los ha descuidado. Peor aún: en el 90% de los casos, desde Katharine Hepburn en La Mujer del Año hasta Sandra Bullock en La Propuesta, la mujer de carácter fuerte siempre se revelará como una pobre hembra deseosa de apapacho y el consolador abrazo masculino. El cliché no me ofende, pero me aburre. Y me deprime pensar que el único ejemplo real de mujer de carácter fuerte que había en el cine, que era la M de Judi Dench en la saga 007, terminó baleada en el suelo de una iglesia acusada por Javier Bardem de haber sido poco maternal con sus agentes.
